La prodigiosa hazaña del Doctor Arnoldo Gabaldón. Raúl Sanz Machado

La prodigiosa hazaña del Doctor Arnoldo Gabaldón. Raúl Sanz Machado
El 13 de octubre de 1961, El Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud OMS, hizo la histórica declaración, según la cual, en una vasta zona de 400.000 klm.2 de Venezuela, se había extinguido la perniciosa malaria o paludismo. Hoy, a siete décadas de esa proeza científica, la reincidencia de tan penosa enfermedad, aqueja alrededor de 350.000 personas en Venezuela, una grave evidencia de irresponsabilidad, especialmente de la dictadura socialista XXI, durante la cual se ha incrementado la malaria en un imperdonable 76%, en los últimos veinte años. La OMS revela que semejante incremento amerita “atención extraordinaria y urgente” porque la recurrencia de la malaria dejó de ser una “enfermedad localizada para convertirse en una enfermedad en dispersión” debido a la migración de la población rural a la urbana, sobre todo en ciudades del centro-norte costeño, así como en nuevos focos endémicos en Trujillo, Miranda, Anzoátegui y Vargas, sin suficientes herramientas para su seguimiento y control.
La extirpación de la malaria y del avance contra el mal de Chagas se debió al tesonero y apasionado esfuerzo del eximio médico, investigador científico y político venezolano, Doctor Arnoldo Gabaldón Carrillo. En la presentación del libro, que hace su biógrafo Roberto Briceño-León, refiere que faltaban dos meses para que se consumara el golpe de estado en contra del Presidente Isaías Medina Angarita, quien había aportado todos los recursos y la confianza del gobierno al Dr. Gabaldón. La caída de Medina ponía en peligro el minucioso programa anti-palúdico, cuyos detalles había culminado, para emprender la batalla donde se sabía que la malaria se había ensañado y era una enfermedad asesina (sic). De esos recónditos lugares llegaban historias “terribles de la mortandad” que desde pocos años antes, había provocado la gran epidemia malárica. Refiere Briceño-León que: “ya estaban listas las cuadrillas de inspectores rurales, se tenían probados los equipos para el rociamiento del insecticida y la logística de los alimentos, se habían comprado los chinchorros con sus mosquiteros para uso de las cuadrillas de saneamiento, se habían acondicionado los carros y las lanchas, así como los caballos y mulas, para acceder a los lugares más recónditos del país donde cundía

la enfermedad”. La estrategia del Dr. Gabaldón se orientó hacia dos objetivos: el saneamiento ambiental para la extirpación del mosquito vector “anopheles”, causante de la malaria y el tratamiento médico, con solo un limitado suministro de medicamentos. En la década de los años ´30, la malaria era una enfermedad endémica localizada en zonas selváticas de los Estados Bolívar, Delta Amacuro, Amazonas y al oeste del Zulia. Hoy la enfermedad se ha extendido a Los Andes, Barinas, Portuguesa, Apure, Yaracuy y la región norte costera. Casi 50% del país.
Ya estaba comprobado que el mosquito anopheles podía convertirse en un mortal propagador de la malaria, al impregnarse el parasito, con la sangre de un paciente contagiado, lo que generaba las epidemias según crecía la población. El único fármaco disponible era la quinina, extraída de la corteza del árbol de quina, original de Sudamérica. En 1936 Arnoldo Gabaldón fundó la Dirección Nacional de Malariología y Saneamiento Ambiental, que sería el cuartel general de operaciones, ubicado en Maracay, cerca de Morón y otros lugares contaminados. De allí en adelante consagró su vida y esfuerzos al combate y erradicación del mal, rechazando incluso, el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social en dos oportunidades, para concentrarse en su campaña.
A mediados de 1943, tuvo conocimiento que las fuerzas Armadas de USA estaban probando un nuevo insecticida en las húmedas islas del Pacifico, donde la malaria hacía estragos en los soldados, durante la guerra contra el Japón. Dos años después Gabaldón logró conseguir el primer cargamento del nuevo insecticida DDT con lo cual intensificó de lleno el combate anti-malárico, hasta su erradicación total en 1961. Hace falta espacio para profundizar la valiosa trayectoria científica de Gabaldón, que erradicó la malaria y el Mal de Chagas en Venezuela, lo que le valió el reconocimiento mundial como uno de las más altas autoridades científicas, junto a sus colaboradores, los Doctores Enrique Tejera, Martín Vegas, José I. Baldo, Leopoldo García Maldonado y Julio Diez, entre otros. Van a hacer falta científicos benefactores como Arnoldo Gabaldón para enfrentar el inmenso reto que implica, la erradicación de tales males en estos menguados tiempos del régimen socialista XXI. En sus 18 años han desfilado 18 ministros que no han atinado a continuar su huella. Lamentable.


Comentario del autor.
Ante el insolito informe de la Organizacion Mundial de la Salud y autoridades medicas, acerca de los brotes criminales de epidemias en Venezuela, por la irresponsable desidia del regimen y la grave crisis de los farmacos, escribí hace algun tiempo la reseña de la prodigiosa hazaña del Eminente Dr. Arnoldo Gabaldon, que me complace adjuntar,  quien en un lapso de 20 años, logró erradicar la malaria y el mal de chagas en Venezuela, que en los años ´50 contaba con menos de 10 millones de habitantes y las epidemias estaban localizadas en Guayana, Carabobo y Trujillo. La hazaña del Dr. Gabaldon tuvo repercusión mundial.


Hoy, solo con los 250.000 contagiados de malaria, ademas del sarampion, viruela, etc. y la falta de vacunas, ¿cuantos años y esfuerzos se necesitarán para reeditar la hazaña del Dr. Gabaldón?


RAUL SANZ MACHADO

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