Caída y semejanzas del Muro de Berlín Raúl Sanz Machado

Caída y semejanzas del Muro de Berlín
Raúl Sanz Machado
A media noche del 8/9 de noviembre de 1989, hace ahora 28 años, una enardecida avalancha de decena de miles de alemanes orientales se concentraron frente al Muro de Berlín, denominado por los soviéticos: “Muro de protección anti-fascista” y por la opinión pública y medios de comunicación libres: “El Muro de la vergüenza”. En la mañana, ante el estupor de la guardia fronteriza, que no se atrevió a disparar, se produjo la estampida de los alemanes que lograron la libertad en la República Federal Alemana, RFA, siendo recibidos con gran entusiasmo por sus vecinos. Fue un día de fiesta, cuando los bares brindaron cerveza gratis. La unificación de las dos Alemanias se produjo a principios de octubre del siguiente año, aunque el proceso enfrentó dificultades para la adaptación de los migrantes orientales a las costumbres, sistemas de vida, empleo, etc. en la ya próspera RFA.

Aquel mismo día 9 de noviembre, los ciudadanos berlineses, comenzaron a derribar el robusto muro de hormigón, con todos los medios a su disposición, incluyendo barreras, alarmas, sistemas de seguridad y torres de vigilancia. Dos meses antes, 13.000 alemanes orientales habían logrado emigrar a Hungría y pocos días después se produjo el estallido social mediante masivas manifestaciones, que ocasionaron la renuncia del dirigente soviético Erich Honecker. El muro tenía una longitud de 45 klm por 3.6 mts. de alto, además de 115 klms. al éste de Berlín que aislaba a la República Democrática Alemana, RDA, creando una frontera entre las dos Alemanias, para impedir las continúas evasiones de ciudadanos asfixiados por las penosas condiciones de vida, la escasez de alimentos y el permanente asedio de la poderosa policía Stasi –Ministerio de Seguridad del Estado y órgano de inteligencia de la RDA-- centrada en Berlín oriental y reconocida como uno de los servicios de inteligencia mejor organizados y equipados y más efectivos del mundo, estrechamente vinculado a la temible policía KGB soviética. Durante los 28 años de la permanencia del Muro de Berlín, se produjeron 5000 fugas, cerca de 200 murieron y otros tantos fueron heridos por la guardia de seguridad.







La Stasi fue disuelta el mismo día de la caída del muro y seis años después los archivos clasificados con más de 30 millones de documentos, fueron abiertos al público, en los cuales se constató que la organización policial contaba con más de
90.000 empleados y funcionarios y 180.000 “informadores” que operaban una vasta red de espionaje, operaciones subversivas, entrenadores-terroristas internacionales, así como asesinatos, secuestros, chantaje, coerción, fraude electoral y muchos otros abusos contra los derechos civiles y humanos, dentro y fuera de la RDA.

Al finalizar la II guerra mundial, en mayo de 1945 tras la cruenta derrota del régimen nazi de Adolfo Hitler, Alemania y Berlín fueron divididas en 4 sectores de ocupación a cargo de: USA, Francia, Inglaterra y la Unión Soviética. Poco tiempo después las relaciones entre los aliados y Rusia se fracturaron, lo cual originó la “guerra fría” con la separación de las dos Alemanias: RFD, Occidental y RDA Oriental, con diferentes ideales, regímenes políticos, banderas, escudos y monedas. Alemania oriental adoptó el marco alemán con billetes que incluían la efigie de Marx. Con una superficie de algo más de 100 klm.2 y una población de 16 millones de habitantes alemanes, la RDA fue fundada en octubre de 1949, como un estado socialista-comunista, ateo, dotado de un parlamento unicameral y unipartidista, con un sistema de Economía rígidamente controlado por el Estado. El Frente Nacional de Alemania Democrática integrado por partidos políticos, sindicatos y organizaciones de masas, ejercía el voto mediante una lista electoral única para elegir a los parlamentarios de la cámara popular, semejante a las Asambleas Estatales o Congresos Constituyentes, igual que en Rusia, Cuba y Venezuela, entre otros. Todos los poderes y servicios públicos, incluyendo, teléfonos, TV y medios de comunicación estaban controlados e intervenidos por el gobierno de la RDA.

La caída del Muro de Berlín, símbolo de la división del pueblo alemán durante la guerra fría, reveló el poder imbatible de un pueblo férreamente unido, enfrentado al poder totalitario a pesar del argumento de la violencia y la agresión de los derechos humanos.
“La libertad no es un privilegio que se otorga, es un derecho que se conquista”

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