Conversando de Colombia y otros temas (I) Leonardo Mateu Pla y Gustavo Gonzalez Urdaneta

Conversando de Colombia  y otros temas (I)
Leonardo Mateu Pla y Gustavo Gonzalez Urdaneta

A mediados de octubre, salió un artículo en el Miami Herald con un llamativo encabezamiento “LOS COLOMBIANOS TIENEN INTERÉS EN LAS PROPIEDADES DE MIAMI”, que le llamó la atención a Leonardo por sus vínculos con el sector petrolero de ese país y me comentó que, últimamente se venía hablando mucho del tema de las preocupaciones internas en ambos países, Venezuela y Colombia, pero que le llamaba mucho la atención el articulo del Herald pues, en sus 37 años en EE UU, nunca antes las inversiones en propiedades de los colombianos en Miami fueron no solo importante sino las primeras de toda America Latina.

A través de mis actividades profesionales en Colombia en los últimos cinco años, me decía Leo, he estado permanentemente en contacto con relacionados y amigos de esa nación y he estudiado en detalle su geografía. Además viajo, como bien sabes con cierta regularidad y, de hecho, en una de las semanas más críticas de la Colombia de Santos, tuve la oportunidad de estar en Bogotá y Cartagena durante los días anteriores al voto de la paz con la guerrilla y eso me ha permitido notar un gran recelo de ciertos locales, con posibilidades económicas, para buscar un Plan B más allá de sus fronteras, para sus vidas. ¿Te suena eso familiar?

Le digo a Leonardo, que todo eso tiene relación tanto con la política como con otros aconteceres dentro de Colombia, reseñados a diario por la prensa y semanarios, que permiten resumir los factores más críticos de la situación interna en el país vecino en:

a) La cuestionable y turbia actuación del gobierno de Santos, sobre todo, su propio desvío traicionero de los senderos de progreso y mano fuerte que caracterizo al gobierno de Uribe contra la guerrilla, la droga y la delincuencia en general;
b) La gran corrupción existente en todos los niveles del país vecino;
c) La galopante remontada de la cocaína y sus capos;
d) La gran inseguridad jurídica en Colombia;
e) La economía de Colombia plagada de ineficiencia productiva unida a una burocracia típica de los países que no progresan;
f) El fracaso del desarrollo de su nueva industria petrolera carcomida por su propia inexperiencia, corrupción e improvisación

El articulo del Herald, me comentaba Leo, me llama la atención porque ya establece una dirección muy estrecha entre el interés por invertir y, por que no vivir, en Miami y quizás en otros estados y los varios testimonios de amigos y conocidos nacionales y de todo el malestar que se percibe en ese país.

A partir de esos comentarios y, emulando Leonardo al gran comentarista de la TV “CBS 60 minutes’, Andy Roony, ya fallecido, que al final de enunciar el grueso de las noticias de la semana, a veces escogía una en particular, quizás la más interesante y/o curiosa y decía “ and now, the rest of the Story”.

Ese sector de los colombianos pudientes, le ha comentado a Leo, estar seguro de que el predominio de la droga y, en especial de la cocaína, va a seguir más fuerte que nunca. Creen que aunque a los guerrilleros de la FARC les regalaron un pasaje gratis y cómodo a la “democracia colombiana”, ellos van a seguir teniendo la dirección y control, de alguna manera u otra, del negocio de la cocaína.

Es de esperar que, con los fabulosos recursos que genera esa “industria de perdición”, podrán comprar y hasta vender todos los puestos políticos, administrativos y judiciales, para instaurarse de por vida en ese país, vecino de Venezuela, amigo de Cuba y, con joyitas como Ivan Márquez, Timochenko y nuestra querida, Piedad Córdoba.

Una vez que junte las impresiones anteriores, fué que pude captar el trasfondo de sus reflexiones. Cuando uno está muy compenetrado con un problema y/o vivencia tiende a dar por conocido el tema por el resto de sus amigos. Por intermedio de varias conversaciones telefónicas y el entretejido de sus reflexiones fué que tuve la oportunidad de expresar algunos comentarios.

Empecé por adaptar una de las conclusiones de aquel famoso libro “Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus”, que se refería a la creencia de los hombres que cuando las mujeres nos consultan algo, creemos que debemos aportarles una solución. Gran error. Es lo mismo que en este caso, le dije, no creo poder aportar ninguna solución sino continuar con tus reflexiones.

Algunos de los flagelos que afectan a Colombia, y que pueden estar motivando a parte importante de su población a buscar un Plan B de residencia, son mundiales: Corrupción, Guerrilla (terrorismo) y Drogas. Otros son propios de los llamados países del Tercer Mundo: Delincuencia, ineficiencia productiva, inseguridad jurídica y crisis petrolera producto de mala gerencia.

Estoy de acuerdo en que debe existir una estrecha correlación entre los “males colombianos” y la búsqueda de un Plan B y, por supuesto, de la mayor inversión inmobiliaria en USA y probablemente en otros países, al igual que le ha pasado a gran parte de los venezolanos. Fíjate que yo busque el Plan B por la amenaza de HChF de socializar la educación. Esa ahora, es tal vez, la menor preocupación.

Los tres flagelos mundiales son bien difíciles de erradicar, aunque algunos países han logrado reducir drásticamente la corrupción (Hong Kong y Singapur). Hay un libro reciente de Robert Rotberg “The Corruption Cure” que incluso presenta un programa de 14 pasos basado en su análisis mundial de buenos y malos. No creo en esas recetas. También hay un artículo “Kleptocracy in America” muy bueno en Foreing Affairs. Sin embargo, el mismo RR dice que sus sugerencias pueden ayudar a algunos países que ya han/están dirigidos por muy fuertes sentimientos nacionales anti-corrupción (Brasil, Guatemala, Sur Corea, Tunisia y Ucrania) pero de muy poca ayuda con fuertes cleptocracias (Angola y Azerbaiyán). Incluso toca lateralmente la realidad de que muchos países desarrollados, incluyendo EE UU, han iniciado su propio deslizamiento inconfundible hacia la cleptocracia.

No hablemos de Venezuela y Colombia porque, al menos, nosotros tenemos muchos años con ese sistema de gobierno. Desde la 4ta república por no irme más lejos. El caso de Colombia evidentemente está llegando a su Tipping Point por todos los factores que son del conocimiento público y que se han resumido antes. Según Trump “El sistema político de EE UU es corrupto”…… y mucho más, desde 1980 cuando empezó el proceso de desregularización, lobby profesional, las industrias participando en la legislación de sus sectores y para de contar.

Comparto tu opinión sobre la nube negra que cubre a Colombia con la incorporación de la FARC al sistema democrático, pues es evidente que no van a abandonar la fuente de financiamiento que les mantuvo en la guerrilla-terrorismo por tanto tiempo y que ahora los va a convertir en los actores políticos si nuestros vecinos se descuidan. Nuestra querida Venezuela va pelo-a-pelo con Colombia en los flagelos mundiales de la droga y la corrupción y en todos los demás males del tercer mundo. No solo necesitamos un cambio político y de liderazgo sino hasta un cambio cultural.

Amanecerá y veremos, seguimos conversando.


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