Guerra avisada no mata soldados Gustavo Gonzalez Urdaneta
Guerra avisada no mata
soldados
Gustavo Gonzalez
Urdaneta
Hace
un mes, sin que nadie se lo preguntara y con ese estilo directo que utiliza en
su programa “Con el Mazo dando” que desconcierta hasta los chavistas, el primer
vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, dijo
que Nicolás Maduro iría a la reelección por la Presidencia de Venezuela en el
2018 y el pasado 12 de diciembre en ese programa dijo “nosotros tenemos que ir
al 2018 con un solo candidato, unidos en cuerpo y alma”. Guerra avisada no mata
soldados.
El
pasado 2 de diciembre el Nuevo Herald de Miami, publicaba que Nicolás Maduro se
postulará otra vez en el 2018. Según el artículo, Maduro habría dicho que
confía en el voto del pueblo a pesar de los números que reflejan las últimas
encuestas. En la última encuesta de Datanálisis, Maduro obtuvo el 17% de apoyo,
con tendencia a la baja, mientras el 80% de los venezolanos lo rechaza de
manera creciente, y la cifra aumenta en la medida en que empeora el
abastecimiento y aumenta la inflación. Hasta el propio Jose Vicente Rangel salió en
televisión denunciando que es insostenible lo que viene padeciendo el pueblo
venezolano por la terrible crisis que vive el país. Maduro, para su reelección,
confía en la democracia y la libertad como valor supremo de su patria. Hay que
ser un cínico consumado para hablar de libertad y democracia en Venezuela. A otro perro con ese hueso.
El
pasado 11 de noviembre, Ricardo Hausmann, en una entrevista que le realizaran
en Bogotá fue muy claro al exponer que creía que lo aprendido en el último par de meses es
que en Venezuela no hay una salida electoral. Afirmaba que Venezuela va a
necesitar un cambio de régimen para que, con ese cambio de régimen, haya una
salida electoral y que está bastante claro que el gobierno no tiene intención de someterse a ningún proceso
electoral medianamente justo y que en el actual ambiente no hay condiciones
para que haya una transición a la democracia a través de un proceso comicial. A
buen entendedor, pocas palabras.
El
pasado mes de agosto, en una entrevista con la cadena FOX, el Director de la
CIA, Mike Pompeo, se refirió a la crisis en Venezuela diciendo: “Los cubanos
están allí, los rusos están allí, los iraníes y Hezbolá están allí”. Y unos
días más tarde, durante su escala en Cartagena de su periplo latinoamericano,
el vicepresidente Mike Pence dijo “Una dictadura en Venezuela es totalmente
inaceptable no solo para nuestro presidente y para Estados Unidos sino para
toda la región”. En esa misma época el Presidente Donald Trump dijo que estaba
dispuesto a utilizar la fuerza militar para devolver la libertad al oprimido
pueblo de Venezuela. A caballo regalado no se le ve el colmillo.
Pero
lo que resultó inaudito fue la reacción de varios líderes opositores
venezolanos condenando las declaraciones de Trump, Pence y Pompeo. Hasta cuando
no aprenderán esos pseudopoliticos que los americanos no quieren sino
contribuir a la restauración de nuestra libertad y democracia. Algo que no se
logrará con Maduro, ni ahorita ni nunca. Da lástima observar que se escuden
detrás de un nacionalismo que sólo beneficia al gobierno, al castrocomunismo,
al narcotráfico y a las izquierdas presentes en el país. Ya el petróleo
venezolano perdió su estrategia geopolítica y las sanciones económicas, si bien
impactan el ingreso fiscal del régimen, los afectados realmente son los
venezolanos. Por favor señores déjense de "cuentos de caminos" y
señalen al pueblo el camino para cambiar el régimen actual, aún al precio de
algún costo político y/o personal. Al que madruga Dios le ayuda.
El
desarrollo de la crisis global del país, durante los últimos 10 años, ha sido
ampliamente descrito en articulos nacionales y del extranjero. Hemos sido
noticia en todo el mundo y varios medios de reconocido prestigio han dedicado
números especiales a describir la tragedia que viven los venezolanos. Seguir
tratando de salir de ella a través de diálogos y elecciones presidenciales es
miopía intelectual y geopolítica, ya lo dije en un artículo previo, Venezuela
está al borde de un colapso total que puede succionar a otros allende sus
fronteras y el pueblo lanza un SOS Venezuela a la participación internacional. Es
evidente que tenemos que plantearnos primero el cambio de régimen. Olvídense de
las presidenciales. A grandes males, grandes remedios.
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