No se puede... Olvidémonos de que podamos ganar unas elecciones Víctor E. Márquez Muskus

Miami, 27 de Enero 2018
No se puede... Olvidémonos de que podamos ganar unas elecciones
Víctor E. Márquez Muskus

No soy político ni analista para explorar todos los ángulos del devenir de unas elecciones en Venezuela que apoyen el título de mi presentación. Sin embargo, siento que lo que leo en las noticias que llegan de Venezuela no tiene sentido ni lógica alguna, y por ende el título sombrío de mi percepción.
Recuerdo perfectamente haber oído al llamado “comandante eterno” decir: “ellos jamás volverán a ejercer el poder”. La ministro Iris Varela recientemente declara: “así dejemos a Venezuela en cenizas no nos iremos del poder”. Para rematar el presidente también declaró que si no podían ganar con los votos ganarían con las balas. Todo esto pudiera interpretarse como fanfarronería, pero la existencia de un ejército comprometido con un gobierno que ampara el narcotráfico y que tendría mucho que perder con una elección desfavorable, me hace pensar que lo que dicen ellos es cierto: jamás dejarán el poder.
La decepción en el pueblo es muy grande. ¿Cuántas veces hemos realmente ganado para luego enterarnos por el CNE que habíamos perdido? ¿Acaso Capriles no le ganó a Maduro unas elecciones que nunca fueron auditadas? ¿Qué paso con la famosa victoria de diciembre del 2015 en donde el mismo día de las elecciones nos quitaron arbitrariamente la mayoría parlamentaria por una supuesta irregularidad en Amazonas? De esa victoria no quedan sino unas migajas inservibles. Después de haber perdido la mayoría parlamentaria, cuando se incorporaron finalmente los diputados de Amazonas, declararon a la Asamblea legítima en desacato. Todo el poder pasó al ejecutivo y al Tribunal Supremo que era y es controlado por el estado. Es decir ganamos pero al final perdimos. También ganamos una victoria moral con la votación de julio del 2017 para luego ser humillados con la aprobación de una ilegítima ANC. Esto me hace recordar a un mejicano que se consolaba con la derrota de su equipo en los mundiales de fútbol cuando decía: “jugamos como nunca pero perdimos como siempre”.
La pregunta que cabe hacerse es: ¿Piensan ustedes sensatamente que aunque tengamos los números y de verdad ganemos (cosa que dudo), ellos no nos volverán a hacer trampa? Dudo también de los números que optimistamente se utilizan y que trataré de analizar. Aun cuando mis números no sean perfectamente exactos, creo que se ajustan bastante bien a la realidad.
En vista de los números avalados por el CNE para la elección de la ANC, el total de votos será de alrededor de 8 millones. Si aceptamos las cifras que arrojan la encuestas que dicen que un 70% se opone a Maduro, un 20% lo apoya, y un 10% no le importa, la oposición debería obtener 5.600.000 votos. A este número debemos restarle los 2 millones de venezolanos que se han ido del país y no podrán votar en estas precipitadas elecciones convocadas para abril de este año. Esto reduce el número de votos en contra del gobierno a 3.600.000. Por su parte el gobierno debería tener una votación de 1.600.000. Tomemos en cuenta también una cifra que se ha mencionado mucho de unos 2 millones de simpatizantes del gobierno que tienen doble cedulación y votan dos veces. Asumamos que solamente los 1.600.000 simpatizantes del PSUV puedan votar dos veces, lo cual le daría al gobierno un nuevo total de 3.200.000. En este escenario la diferencia entre gobierno y oposición se reduce a unos 400.000 votos que el gobierno fácilmente con su CNE puede manipular con los muertos, iraníes, y chinos que votan, y otras artimañas. Recuerden que al gobierno le conviene, para justificar su máscara de democracia, que los resultados sean ajustados, pero por supuesto con ellos siempre ganando por un pequeño margen. Eso justificaría ante el mundo que sí existe un descontento reconocible pero que al fin y al cabo el pueblo apoya la revolución bolivariana. Colorín colorado...

 Además, el gobierno cuenta con una carta muy poderosa escondida bajo la manga: la ANC. ¿Quién convoca a estas elecciones? La ANC. Entonces, en el supuesto que ganemos las elecciones, ¿ante qué organismo creen ustedes que el nuevo presidente se debe juramentar? Si decide no juramentarse, automáticamente quedará descalificado como el gobernador Guanipa en el Zulia en las elecciones de gobernadores y habrán nuevas elecciones. Si decide juramentarse ante la ANC, tácitamente la reconoce como la autoridad plenipotenciaria del país a la cual nuestro nuevo presidente estará tristemente sometido. Entonces, volvemos a perder.
Si los partidos políticos se prestan de nuevo a repetir estos errores, el gobierno quedará justificado. ¿Por qué entonces ir a unas elecciones que vamos a volver a perder, cuando el mundo entero y gobiernos de países amigos dicen que van a desconocer los resultados de esas elecciones convocadas por Maduro? No es más lógico ponernos del lado de la comunidad internacional y simplemente dejar que Maduro monte su “show” y que luego tanto los partidos políticos venezolanos como los gobiernos del mundo concuerden en que el gobierno ilegítimo de Maduro debe terminarse? La oposición y los países amigos lo que deben estar discutiendo es cómo proceder a eliminar este régimen, por fuerza multinacional o por sanciones, para limpiar a Venezuela de este cáncer incurable.
Víctor E. Márquez Muskus

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